|
JAIME
DEL VAL
Pintura y Grabado |
|
PINTURA
|
GRABADO
|
Paisajes del Reverso
Los cuadros que aquí se presentan son acuarelas de gran formato y están entre los primeros que produje, en 1998. Son estudios de luz, superposiciones de muchas aguadas, transparencias. Cada aguada es una huella, un gesto calibrado del cuerpo. A medida que las manchas toman cuerpo se desarrolla un paisaje abstracto, interior, del cuerpo, de todas las huellas superpuestas. Son pues, también, estudios del gesto, la huella que dirige el ojo, que configura una forma de mirar. Estudios del proceso de la representación en lo que en un principio parece que son dos facetas distintas: la visión y el gesto; y que luego se revelan una única: la performance de la representación es el espacio y el acto que permite una hibridación de esas dos partes del cuerpo en acción (el ojo y la mano).
Así el cuadro se convierte en una especie de escritura del cuerpo, de una danza compleja que tiene que ver con la resonancia de lo que veo, la imagen que va cobrando forma, en el interior del cuerpo y a través de cada gesto, cada acción de pintar. El feedback entre ese titilar de la imagen en el interior del cuerpo y las acciones -momentos- en las que la imagen se va construyendo es una performance compleja, formada por múltiples momentos del cuerpo superpuestos en contrapuntos no lineales. Una danza
Quizá quien contemple estos cuadros pueda, sumergiéndose en los paisajes abstractos, recuperar algo de esa danza.
En el grabado el gesto es más complejo ya que pasa por muchas fases distintas desde que se graba la huella en la plancha hasta la estampa definitiva. El entintado es otro momento, otro gesto importante, sobre todo cuando se trata de monotipos, un trabajo sobre la huella, la matriz grabada en el metal.
La pintura es ese mismo proceso de reflexividad, de desarrollo del ojo, la forma de ver y mirar, la prótesis visual. Y un proceso de relectura del cuerpo que inicia con un acto de apropiación, de un cuerpo en el que están inscritas las normas culturales, por ejemplo las formas de ver uniformadas que se reproducen en esa gran prótesis que son los medios de comunicación. La pintura sería un proceso de apropiación y reinvención permanente del cuerpo.
Pero también es un punto de partida para redefinir los límites de ese cuerpo y sus partes. Un estudio no muy detallado de psicoacústica, por ejemplo, hace ver hasta qué punto son frágiles y construidas las fronteras entre diferentes sentidos y entre diferentes artes, o sea partes del cuerpo; hasta qué punto escuchamos en relación con lo que vemos y viceversa. Se puede iniciar así, partiendo de la sinestesia un proceso de relectura del cuerpo. Estro ocurre en el arte intermedia, donde se utilizan posibilidades de las tecnologías avanzadas de la comunicación para generar entornos nuevos en los que las tradiciones del arte, asociadas a una noción de corporalidad, se transforman. ¿Cómo se podrá realizar y trasformar esa danza de la representación, a la que aludía con el ejemplo de la pintura, en el contexto de las nuevas tecnologías y de una redefinición del cuerpo?
REVERSO es un proyecto interdisciplinar (artístico, teórico, político ) que consiste precisamente en eso: la hibridación de espacios a través del desarrollo de tecnologías del cuerpo. Un posicionamiento en los puntos de fuga del sistema normativo que permite una relectura de este. Un proyecto grande formado por muchos proyectos, el primero de ellos es la revista de estudios lesbianos y gays, pero ahora también esos cuadros, hechos antes de idear Reverso, puedo verlos a la luz del mismo proyecto, como el inicio de un viaje, de un proceso de reflexividad, de una performance permanente de la representación.
Jaime del Val
CRÍTICAS :
EL PUNTO DE LAS ARTES - Madrid - Año XIV / nº 531
4 al 10 de junio de 1999 - pag.23 - Internacional - VIENA
JAIME DEL VAL : el color en libertad
Pintura fluida, acuosa, líquida, que se manifiesta en libertad, construida en discurso musical, que armoniza sensaciones y deseos; oleadas de color que forman paisajes interiores, volúmenes, cadozos, manchas con vocación de transcendencia, con identidad, no referenciales.
Acuarelas y témperas, aguafuertes y grabados, cromías y estampaciones sobre papel; sobre todo pinturas diluidas, sueltas, que arman un lenguaje en una sucesión de gradaciones con leves capas de color, o superposiciones, construyendo texturas por medio de veladuras.
Hay como un impresionismo abstracto muy fragil en esta abierta y viva manifestación de color, junto a técnicas de pintura en acción en donde se conjugan la rapidez, el azar y la necesidad; un juego de luces y de intensidades, una gradación de tonos que establecen un pulso entre el automatismo y el control, entre la definición y la búsqueda.
Dominando las acurelas sin título, como un muestrario de armonías, como una provocación de colores límpidos, vivos, que evidencian un mundo entre lírico y acosado, entrevisto, sometido a la dinámica de los pigmentos diluidos, a la querencia y al diálogo de los cuatro elementos.
MANRICO TESTI Italia, 1998
Jaime del Val.
Frente a la serie de gavillas de Monet, Kandinski afirmaba en 1895: la pintura asume una fuerza y un explendor mágicos y al mismo tiempo y de manera inconsciente, el objeto, como elemento indispensable del cuadro, se cuestiona.
La raiz de gran parte de la pintura de timbre prevalentemente cromático está ahí, parte, de los impresionistas en los cuales el color asume un íntimo valor. Y es siempre en este desplazamiento del interés, del objeto representado, a las sensaciones que experimenta el artista dónde se inicia la trayectoria que desembocará en el Arte Abstracto. Será el propio Kandinski, que mientras tanto había fundado la Neue Künstlervereinigung, quien pintará, en 1910, el primer cuadro no figurativo: una acuarela.
Pues bien , el madrileño Jaime Del Val es un pintor que posee un agudo sentido colorista y al mismo tiempo pertenece al arte abstracto. Hay en sus cuadros ecos de Kandinski, del americano Rothko, de Pollock y de la Dripping Art, quizá también de la Action Painting, pero tales influencias se quedan en la superficie porque en su íntima sustancia la pintura de Jaime Del Val tiene un caracter personalísimo: su timbre connotativo resulta profundo, intenso, unificado por un intimo y fuerte vínculo con su propia tierra. Su hispanidad se advierte enseguida en sus cromatismos, en la neta y pasional contraposición de rojos y negros, en los cálidos golpes de luz que parecen prorromper de los ardientes horizontes castellanos o de antros de magmática vorágine, como quizá en las románticas combinaciones tonales.
Arte no figurativo ciertamente y sin embargo la carga colorista de las obras de Jaime Del Val y su poder sujestivo permitirían hablar de expresionismo cromático y de surre- alismo si no se intuyese que la intención primaria del pintor español está concentrada en la libre expresión, en la relación de los colores entre sí,en la cadencia de las masas cromáticas Sin llegar a decir lo que afirmaba Matisse de los pintores informales:para ellos no se trata de reproducir la naturaleza ni de dar cuerpo a sus sueños sino únicamente de esto, hacer un lienzo de color, Jaime Del Val, en el acto creativo, está en plena sintonía con cuanto sostenía Kandinski: el arte no debe tener nada que ver con la naturaleza, aquél es producto de la mente humana y lo que se representa está vinculado solamente a las ideas, a las emociones, a los sentimientos del pintor, el cual tiende a expresar verdades universales, renunciando a la apariencia de las cosas para reproducir su esencia secreta mediante puros signos o puros timbres cromáticos destinados a manifestar bien un ritmo, bien una inconsciente asociación o evocación. Cada forma tiene para Kandinski un contenido que llama sonido interior. Jaime Del Val , sin altisonantes intenciones programáticas, consigue de igual modo expresar sus emociones, su sonido interioren su mundo de acuarelas ricas de armonía, de fascinación, de sugestiones; a través del modo en que son estructuradas y armonizadas las superficies cromáticas; así una luz imprevista un desgarro de azul, un rojo sanguineo, tienen el poder de comunicarnos sensaciones y sentimientos, de ponernos en sintonía, en correspondencia perceptiva con él. De hecho es una pintura rica de poesía, de intensidad emotiva, de escavo profundo, que se pone de manifiesto, sobre todo allí donde un color cede al otro con delicada fluidez o con la brusquedad propia de los estados de ánimo fuertes y de las pasiones.
Desde luego la acuarela, esta técnica tan delicada y difícil, contribuye, así de bién empleada, a dar intensidad y espesor a los cuadros, bien aquellos en los que hay una mayor atención a una pintura de timbre tonal con agra- ables combinaciones de colores, o sobre todo, en aquellos en los que resalta la luminosidad y transparencia de los colores obtenidos por la superposición de aguadas, o sea a través de veladurasque contribuyen a crear efectos admirables de espacio y profundidad.
A esto es necesario añadir que aquí y allí parecen aflorar, quizá del subconsciente del artista, formas vagamente inteligibles que son subjetivamente apreciadas por el observador. Valga un ejemplo: en un cuadro resalta una masa negra que evoca la mole maciza amenazadora de un toro y los rojos adyacentes afirman esta impresión. Aparece la imagen de una España que subyace en la memoria colectiva, recogida por Gacía Lorca (A las cinco de la tarde, el toro...), filtrada por la pluma de Ernest Hemingway en sus novelas: Sangre y arena y Por quien doblan las campanas, y por las películas realizadas sobre sus novelas, una España de fuertes contrastes: amor - pasión arrolladora - y muerte; donde la muerte no es negación de vida sino una presencia cotidiana - el torero envuelto más que los otros en la sombra negra de la muerte es el emblema de esta presencia - que es afrontada con corage: la vida es desafío heroico, exaltante porque se la debe exorcizar,se debe combatir y vencer por ella.
Pintura abstracta, asi pués, la de Jaime Del Val, que presenta firmeza, ráfagas inconscientes de formas indistintas, evocadoras, en su torbellino cromático; pintura del alma, de la España de fuertes e intensos colores, con sus contrastes y sus pasiones, con la presencia de la oscuridad y de la muerte, pero tambien con el triunfo de los colores y de la vida.
Exposiciónes
individuales
Galería "Il Navicello"- Torre del Lago , Lucca,
Italia. 25 de abril a 7 de mayo 1998.
Con la presentación del crítico Manrico Testi.
Higueras Arte - Madrid - Inauguración Galería.
, 12 de diciembre 1998 a 2 de enero 1999.
Casa de Brasil - Madrid - 14 a 24 de enero de 1999
Galería Spiessberger- Viena - - Cumberland Str.
8A - 1140 Wien
23 de abril a 23 de septiembre de 1999.
Caja Madrid - Obra Social, Barcelona, 16-30 marzo 2000.
Exposiciones colectivas
Galería "Il Salotto - Como, Italia. 23 de mayo a 23
de junio 1998.
Página web: http:// www. Caldarelli.it/ proposte98/ delval.htm
Galería "Bertrand Kass" - Innsbruck, Italia.
19 de junio a 7 de julio 1998.
Estampa 98 - Madrid - Salón Internacional del Grabado ,
. 4 a 9 de noviembre 1998.
Estampa 2003 - Madrid - Salón Internacional del Granado, 26 -
30 Noviembre 2003
Arco 2004 - Madrid - Stand de Fundación Telefónica . Febrero 2004
Premios
Premio Tecnologíias Emergentes Ciberart Bilbao 2004
Mención Honorífica en el concurso Internacional VIDA 6.0 de arte y vida artificial
Premio Nacional de Pintura Ciudad de Vera 2001, Vera, Almería
Premio Nacional
de Gráfica "Coriandoli sul lago" 1998, Torre del Lago,
Lucca, Italia.
ÍNDICE |