ANTICUERPOS DE VIGILANICA Y CONTROL_MICRODANZAS es una metaformance (performance-instalación-intervención interactiva, expandida y participativa)  que usa minicámaras inalámbricas de vigilancia colocadas sobre el cuerpo desnudo como interfaz para la producción de entornos audiovisuales, la exploración de microescalas del movimiento y representaciones en la frontera de la inteligibilidad, donde los límites discursivos del cuerpo, los territorios normativos de la vigilancia colapsan en el reino de lo amorfo.

Las imágenes, proyectadas sobre pantallas transparentes como un paisaje de fragmentos del cuerpo en movimiento, son analizadas en tiempo real y los parámetros del movimiento resultantes procesan la voz del performer, espacializada en cuatro canales, multiplicada hasta convertirse en un coro granular de muchas voces. Los performers, que portan iluminación parcial colocada sobre el cuerpo, están inmersos en el mismo espacio del público, cuya piel también se incorpora en el paisaje a través de la interacción con de la interfaz íntima de la cámara, que posibilita nuevas formas de relación.

Se trata de un desafío a las tecnologías de la representación que nos constituyen como cuerpos y sujetos, una guerrilla del cuerpo transmedia que excede los presupuestos del discurso queer, transgénero, posthumano y post-porno, un experimento post-visual, post-musical, post-arquitectónico, post-performativo y post-coreográfico, que planta cara a los mecanismos de poder, vigilancia, control, asimilación, estandarización y producción serializada de sujetos y cuerpos en el neoliberalismo.

Calle Escuadra 11, Bajo <M> Lavapiés, Embajadores, Antón Martín, Tirso de Molina

ANTIBODIES OF SURVEILLANCE__MICRODANCES is a metaformance (interactive, expanded, participatory performance-installation and spatial intervention) that uses wireless micro surveillance cameras on the naked body as interface to explore micro scales of movement and representations that hover on the edge of the abstract, of the unintelligible, where the discursive boundaries of the body, the normative territories of surveillance, collapse in the realm of the amorphous.

The images, projected onto large translucent screens like a landscape of moving body fragments, are analysed in real time and the outcoming movement parameters process the voice of the performers, spatialised in four channels, distorted until it becomes a fluid landscape, a granular chorus of multiple voices. Performers, wearing partial illumnation on their bodies are immersed in the same space with the audience, surrounded by large projections and sound, an intimate space for an intimate interface, where the performers move and interact with each other, and with the audience, whose skin may become part of the landscape, generating new uncertain possibilities of (post-intimate) relation.

 It is about challenging technologies of representation that constitute us, as bodies and subjects, a guerrilla of the transmedia body that exceeds queer, transgender, posthuman and postporn discourses and practices, a post-visual, post-musical, post-architectural post-coreographic, post-performative experiment, that defies contemporary mechanisms of power, surveillance, control, asismilation, standardisation and seriliased production of bodies and subjects in latecapitalism.