REVERSO_Jaime del Val – www.reverso.org
MANIFIESTO ANTICUERPO
Cámaras de vigilancia
inalámbricas en el cuerpo.
Un cuerpo con mil ojos.
Territorios desconocidos
en la frontera de la inteligibilidad.
Donde todo es cuerpo, el
género desaparece... todo es sexo.
Un encuentro íntimo más
allá de las fronteras de la intimidad.
Microdanzas trata, quizás, del cuerpo situado, local,
intensivo, al tiempo que difuso y distribuido en sus fuerzas relacionales. Trata de reencarnar la tecnología y
renegociar los territorios del cuerpo que dan cuenta de la subjetividad viable,
tratan de la exploración de sensaciones y formas de relación que no implican la
recepción de significados.
Microdanzas es una metaformance,
se sitúa más allá del performativo y de lo performático, en la medida en que se sitúa más allá del
teatro de la representación, la simulación y la parodia.
Trata de interfaces
íntimas que intentan romper las líneas que hacen posible la intimidad, que
mantienen el binomio público-privado. Es subversión de los territorios de la
intimidad.
Trata del cuerpo
intensivo, que desafía el cuerpo hiperreal de las
representaciones mediáticas, los cuerpos estándar de la pantalla total.
Es un terreno para la
renegociación del género más allá de las oposiciones binarias, y del sexo como
sustrato anatómico del género. Un paisaje para redefinir los mapas y
territorios normativos de los cuerpos en un campo abierto de posibilidades y
emergencias. Una nueva forma de ser cuerpo más allá del género y el sexo
biológico, donde todo es intensidad, sexualidad, afecto.
Guerrilla del cuerpo postgénero, políticas de lo amorfo, guerrilla anti-representación. Guerrila del
postcuerpo, pancuerpo, metacuerpo, microcuerpo, postgénero, pangénero, metasexual, microsexual.
Un laboratorio para
nuevas coreografías del ser, nuevas temporalidades y consciencias,
para meta- trans- sub- anti- contra- post- ultra- micro-coreografías.
Es improvisación y
sedimentación, lenguaje potencial, práctica y técnica, teoría y terapia.
Una forma de vida para
devenir metacuerpo.
Una reinvención de la
tecnología del cuerpo.
Una guerrilla del cuerpo
frontera.
Ser/moverse en la
frontera de la inteligibilidad.
¿Podemos ser anticuerpos
en el imperio de las representaciones normativas? ¿Podemos resistir el logos de la estandarización? ¿Somos cuerpos estándar o
estamos resistiendo la asimilación siempre en algún punto?
Las políticas de lo
amorfo son la promesa para la renegociación de fronteras que se lleva a cabo
operando en las fronteras constitutivas de los cuerpos. La promesa de
anticuerpos de intensidades que desafían la materialidad fija de cuerpos y
subjetividades naturalizadas, en nuestro contexto de estandarización y
asimilación en la cultura digital y el tardocapitalismo,
del poder implícito y la censura, donde el sustrato/subtexto/subimagen de la corporalidad, el lenguaje, la tecnología y
su economía política han de ser radicalmente rediseñados.
EL FIN DE LA ERA ZOMBIE - EL
COMIENZO DE LA ERA META-CUERPO
Citando a Stelarc podemos decir que siempre hemos sido, de algún
modo, cyborgs y zombies,
siempre hemos formado parte de prótesis tecnológicas y siempre hemos actuado de
acuerdo con normas que encarnamos, asumimos y naturalizamos. Hasta ahora el
"hombre" ha vivido en la ERA ZOMBIE, su cultura ha sido una
civilización de zombies. Llega la hora de
desenmascarar, no solo los códigos discursivos, normativos y textuales
naturalizados que regulan y producen la vida y le dan inteligibilidad y
viabilidad cultural, sino sobre todo los flujos intensivos, no verbales, metacorporales, que nos constituyen. Con este gesto nace el
tecno-cuerpo y el meta-cuerpo
que se hace a sí mismo: se inaugura el fin de la Era Zombie.
LOS SIGNIFICADOS HAN MUERTO. ABAJO LA PARODIA. LARGA VIDA AL METACUERPO.
ANTICUERPOS plantea un
desafío a los dispositivos de control con los que se regula implícitamente la
vida y nuestra existencia como sujetos-cuerpos en la sociedad neoliberal y
propone una reformulación radical del cuerpo, de su anatomía sensorial y
disciplinar, como flujo de intensidades relacionales, afectivas, deseantes.
Se utiliza la tecnología
del control por excelencia, la cámara de vigilancia, para subvertirla a través
de su acoplamiento explícito al cuerpo y producir un cuerpo sin límites, de
géneros y sexos múltiples, que desbordan los cauces de los espacios normativos,
desafían el control y la estandarización, haciendo inviable la vigilancia y el
control. Tecnocuerpos expandidos que se hacen a sí
mismos.
Es una guerrilla
poética-corporal contra los mecanismos de control implícitos en nuestra
sociedad, contra las tecnologías que nos regulan y producen como
cuerpos-sujetos-territorios, contra el tráfico y la producción estandarizada de
formas de vivir del capitalismo, contra las nuevas formas de totalitarismo
neoliberal que se esconden tras las fachadas de las democracias. Una rebelión
contra las normas que regulan los cuerpos, el género y el sexo, la sexualidad y
la intimidad, lo privado y lo público. Un Nuevo régimen de lo real como flujo sub-molecular de intensidades estratificadas e intensidades
en fuga. Cuerpos que se expanden y se proyectan tecnológicamente, generando
nuevo espacio, cuerpos-ciudades, cuerpos-territorios.
Es una protesta contra
la estandarización capitalista de los cuerpos, contra los dispositivos de
control implícito neoliberal, contra las categorías normativas de género y
sexualidad, contra el organismo social y hacia una economía intensiva y
sostenible, una ecología del cuerpo-territorio.
GUERRILLA TRANSMEDIA -
POST-QUEER - METASEXUAL - PANGÉNERO
Donde todo es cuerpo el
género desaparece... todo es sexo.
GUERRILLA TRANSMEDIA -
Post-visual, Post-musical, Post-arquitectónica, post-coreográfica: transmodal, transmedia, transcuerpo... propone nuevos marcos para la representación
más allá de la visión, para la escucha más allá de la música, para el espacio
más allá de la arquitectura, para la experiencia y la propiocepción
más allá de la sensación.
Postperformativo: no hay re-presentación ni per-formatividad: hay morfogénesis y meta-formatividad.
Es una metaformance y un metacuerpo:
cuerpo intensivo de fragmentos de cuerpos, cuerpo intensivo de fuerzas de
relaciones. Es un anticuerpo: nunca sedimenta en su proceso emergente,
cuestiona siempre el imperio de la FORMA, la máquina tardocapitalista
de asimilación de formas en los estándares del mercado y los medios de
comunicación. Anticuerpo de tecnologías normativas y políticas obsoletas. ¿Qué
son políticas obsoletas en el tardocapitalismo? Las
posiciones dogmáticas, identitarias y posidentitarias: las políticas postglobales
deben ser múltiples y contradictorias, políticas y estéticas que actúan en la
multiplicidad de fronteras que constituyen los cuerpos y los territorios en
nuestro planeta postmoderno, hipermoderno, moderno y
premoderno.
GUERRILLA POST-QUEER : está más allá de la parodia del género y del transgénero: en la morfogénesis de la representación surgen
anatomías nuevas, antiórganos inciertos de cuerpos
intensivos donde el género desaparece y todo es sexo.
Metasexo-microsexo-pangénero: Guerrilla del cuerpo postgénero,
políticas de lo amorfo, guerrilla anti-representación.
Guerrila del pancuerpo, metacuerpo, microcuerpo, pangénero, metasexual, microsexual.
Post-postporno:
cuestiona la tecnología que constituye la representación, la visión, la
objetividad y el control: la cámara. En el reino de lo amorfo todo son
fragmentos de cuerpos intensivos, casi inteligibles, anti-órganos
sexuales que palpitan, máquinas deseantes que fluyen incontroladas, más allá de
los significados, en puro exceso de significados, donde la vigilancia colapsa
en el reino de lo amorfo.
Post-posthumano: lo
relevante no es la materialidad de la prótesis como forma establecida del
sistema, sino la multiplicidad abierta del cuerpo intensivo como campo de
fuerzas comunicantes.
Post-postcolonial: el
nuevo tráfico de cuerpos es un tráfico de formas (no verbales) de intensidades
que nos constituyen. El poder implícito basa su éxito en los procesos de corporeización de las formas no verbales. El nuevo
totalitarismo es un imperio de las formas no de las ideas: las ideas son la
fachada del sistema, que esconde sus mecanismo implícitos
tras las ficciones de “democracia”. Mientras tanto nos movemos en los círculos
de la ficción de lo global: nos creemos nómadas, pero estamos anclados en el
circuito virtual de la estandarización.